La representación iconográfica de la DGETI, es un ambigrama rotacional, en el que la esencia, mensaje o significado lo constituye el México cosmogónico, cultural científico y tecnológico precortesiano, y el México geográfico contemporáneo, en el que se materializa el fin último de nuestra institución: la asequibilidad nacional de la educación tecnológica industrial y de servicios.
El imagotipo fue construido una vez que se consideraron, además de todo lo que los anteriores factores implican, la misión, visión, objetivos y metas de nuestra organización: cobertura, calidad, eficiencia, eficacia, ciencia, tecnología, experimentación, industria, servicios, interacción, humanismo, cultura y desarrollo sustentable, entre otros.
Es así que los conceptos fundamentales que subyacen o alimentan al icono, lo constituyen el destinatario y la acción, en su concepción sincrónica, y la adjetivización de esta última, en su bagaje diacrónico: la tecnología, lo que, en última instancia, constituye la parte fundamental del imagotipo.
México
La DGETI, la institución pública de nivel medio superior más grande del país, administra 442 centros de estudios, distribuidos en sus 32 entidades federativas, con los que atiende a 642,627 alumnos que representan el 9.5 % de la población nacional inscrita en su área de responsabilidad.
Educación
La DGETI ofrece 41 opciones, entre carreras y especialidades, de acuerdo a la demanda social y su deseable inclusión en el sector productivo, según la zona de enclave de sus planteles.
Tecnología
Desde las primeras herramientas de nuestros antepasados, sus edificaciones monumentales, los calendarios, los observatorios astronómicos, los sistemas numéricos, las representaciones pictóricas, los sistemas hidráulicos, hasta las manifestaciones científicas y tecnológicas de los mexicanos de hoy, son muestras de la ciencia y la tecnología que ha imperado, según la época.
En todas las culturas se ha dado enorme importancia al lenguaje gráfico, a los signos, a los símbolos, como reveladores de una realidad superior a la que ellos manifiestan. En ausencia de un lenguaje escrito, estas representaciones gráficas cobran una dimensión particularmente prominente. Son los símbolos sagrados los que transmiten el conocimiento de la cosmogonía, es en ellos en los que el hombre encuentra el soporte que le permite el conocimiento del universo y la realización, en sí mismo, de la unidad original.
La serpiente, dentro de las diferentes culturas del mundo, simboliza rejuvenecimiento, equilibrio, infinito, poder, eternidad, movimiento, continuidad, conocimiento, sabiduría, luz. En Mesoamérica era venerada por gran parte de las culturas que allí florecieron. El ejemplo más emblemático es el del Dios Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, devenido posteriormente en Kukulcán.
Las deidades Quetzalcóatl, Kukulcán, pájaro – serpiente, reúnen en sí lo que vuela: lo sutil, lo celeste; lo que repta: lo denso, lo terrestre; lo que brilla de sus plumas rojas: fuego, luz, inframundo; en sus plumas azules: tempestad, agua, vida. Es decir, la conjunción de los opuestos, paradigma del proceso creativo, merced al cual el universo es, y el hombre se erige en beneficiario de los elementos viento, tierra, fuego y agua, elementos que dan la vida, elementos que dan energía eólica, térmica, solar, hidroeléctrica; energía que mueve la tecnología. Por el simbolismo que encierra esta bideidad y por formar parte de las raíces de nuestra cultura, se utiliza como elemento representativo para el imagotipo.
Construcción del imagotipo
En un plano de composición bidimensional bicromo (azul y blanco), el significante está constituido por figuras superpuestas e irregulares, complementadas por pequeños trapecios que representan una sinécdoque de dos engranes, en la que se visualiza un ambigrama de las siglas de la DGETI, lo cual conforma el isotipo.
En la parte inferior de la misma, la composición construye, el logotipo con una variante de la tipografía eureka, mediante la cual se plasman las siglas de la DGETI.
El significado o mensaje de la composición implica códigos denotativos y connotativos. Los primeros saltan a la vista: DGETI. En cuanto a los segundos, se hace la representación de dos serpientes emplumadas superpuestas en forma helicoidal o encontrada, la primera de las cuales (Quetzalcóatl, entre los Toltecas) se desplaza del centro hacia la parte superior y, la segunda (Kukulcán, para los Mayas), del centro hacia abajo.
Esta bideidad con sus 32 plumas-engranes, simboliza el acervo científico y tecnológico de nuestros antepasados precortesianos, distribuido en lo que hoy es México, así como sus entidades federativas vigentes, recipiendarias de nuestros 442 centros de estudio dependientes. Finalmente, cabe enfatizar que las cabezas de las serpientes representan nuestras penínsulas con las que, geográficamente queda conformada de manera estilizada la República Mexicana.
Por lo que al color se refiere, se eligió un color industrial, que connotara autoridad, responsabilidad, confianza, fidelidad y serenidad, lo cual encontró en el Azul Real, perteneciente a la gama de los clásicos y confiables, los cuales despiertan una sensación de continuidad, estabilidad y fuerza.
En resumen, el conjunto de signos y símbolos que componen el imagotipo, pretenden objetivizar ante el espectador, receptor o descifrador, el México de nuestros antepasados, el México contemporáneo, el México orgulloso de sus aportaciones culturales, el México pujante que se fortalece con base en su juventud.
Logo oficial de la DGETI quedó inscrito el 3 de septiembre de 2012, en el Registro Público del Derecho de Autor con el número 03-2012-082714014000-01.